Me presento
Un familiar gay
Una creciente sensibilidad hacia las personas LGTBQ+
Otras maneras de leer la Biblia
¿Por qué escribí un libro sobre la homosexualidad?
¿Qué opino del matrimonio gay?

Foto realizada por Kelly Nash.
Me presento
Soy de origen británico, pero vivo, desde hace años, en Cataluña, España. Trabajé muchos años en Barcelona, en un organismo público, realizando labores de traducción y edición. Recientemente me pude prejubilar, para iniciar otros proyectos (entre ellos, este sitio web).
Estoy casado, con tres hijos y, ahora ya, unos cuantos nietos. Me defino como cristiano (discípulo y seguidor de Jesucristo) convencido. He sido miembro de diferentes iglesias, entre ellas una iglesia anglicana evangélica, en mi país natal, y luego una iglesia bautista y una asamblea de hermanos, en Barcelona ciudad. También he colaborado activamente con el curso Alpha.
Un familiar gay
Tengo un hermano que es gay. En mi familia lo supimos hace más de treinta años. Al no tener muy claro qué opinaba al respecto, como cristiano, empecé a leer sobre el tema.
Libros cristianos en español, sobre la homosexualidad, había —sobre todo en aquella época— poquísimos. En cambio, en inglés iba encontrando unos cuántos más. Algunos bastante buenos, otros muy mediocres, pero inicialmente todos los mejores —los más serios y convincentes— seguían una línea absolutamente tradicional (básicamente, que sentir atracción hacia personas del mismo sexo no es pecado, pero la Biblia condena muy claramente toda práctica homosexual).
Pero a pesar de todo eso, cuando pensaba en mi hermano, su lugar en nuestra familia y su trayectoria personal, estaba incómodo con algunas de las afirmaciones de los libros cristianos que leía y sus implicaciones.
Una creciente sensibilidad hacia las personas LGTBQ+
Más allá de cuestiones puramente doctrinales, mis lecturas me han hecho ver que tenemos todavía mucho camino que recorrer, en la iglesia, en cómo tratamos a las personas lesbianas y gays, y a otras minorías sexuales y de género.

Foto por Karl Fredrickson en Unsplash.
Los libros que he leído están llenos de historias, algunas absolutamente vergonzosas, de gays y lesbianas que han sido víctimas de mofa, desprecio, rechazo y condena. En las iglesias a las que han asistido han percibido actitudes claramente farisaicas (moralistas, condenatorias, hipócritas), a menudo por parte de los propios líderes y pastores. Y cuando no se ha llegado a tales extremos, igualmente ha habido mucho desconocimiento, mucha insensibilidad y una gran despreocupación por todas las injusticias y vejaciones que sufren las minorías sexuales.
Parece que vamos mejorando, en nuestras iglesias, pero muy lentamente. Ahora, al menos, la mayoría de voces cristianas condenan los ataques violentos contra personas LGTBQ+ en nuestras calles y las discriminaciones más evidentes que sufren (para alquilar un piso, encontrar trabajo, etc.). Aunque sigan una línea teológica tradicional, censuran categóricamente actitudes homófobas: padres cristianos que echan de su casa a su hijo o hija porque es abiertamente gay o lesbiana, o preguntas estúpidas del tipo «¿Cuándo decidiste ser gay?».
Pero estamos lejos de ofrecer un entorno seguro, de amor y comprensión, a la gente no heterosexual en nuestras iglesias. Y en general, no sabemos darles el apoyo y la ayuda que necesitan.
Otras maneras de leer la Biblia
La evolución de mi pensamiento no se ha limitado a una creciente sensibilidad hacia las personas LGTBQ+ y las problemáticas que afrontan.
Hace unos años, leí el libro de la autora Karen Keen, Scripture, Ethics, and the Possibility of Same-Sex Relationships, que fue toda una revelación. Por primera vez me encontraba con argumentos muy bien expresados y convincentes, con base bíblica, a favor de la postura «afirmadora» o «revisionista» sobre la homosexualidad; es decir, que Dios puede bendecir el matrimonio entre dos personas del mismo sexo, y que la iglesia no tiene por qué prohibir el liderazgo y el ministerio pastoral a personas gays y lesbianas.
Keen me hizo reflexionar mucho. Pero por un solo libro no estaba yo dispuesto a dar un giro radical a mi visión del tema. Continué leyendo otros libros, tanto tradicionalistas como revisionistas, y poco a poco, la opción revisionista o afirmadora me fue convenciendo más.

¿Por qué escribí un libro sobre la homosexualidad?
La verdad es que ¡no me imaginé nunca escribiendo un libro!
Pero, hace unos cinco años, me chocó un comentario del autor David Gushee, en el capítulo 3 de su libro Changing Our Mind, donde explicaba que él no era el único que había «cambiado de opinión» (el título de su libro). Resultaba que ¡yo ya conocía a la mayoría de los autores que mencionaba y había leído sus libros! ¡Vaya! ¿Acaso empezaría yo a ser algo «experto» en el tema?
Por otro lado, era muy consciente que ninguno de los libros «revisionistas» se había traducido al español. Por lo tanto, los buenos argumentos que presentaban eren completamente desconocidos para la inmensa mayoría de los cristianos del mundo hispano. Así que pensé en escribir un artículo, para explicar brevemente cómo una postura aprobadora o afirmadora de la homosexualidad también se podría justificar con la Biblia en la mano.
El artículo se iba alargando. Ya era un cuaderno o un ensayo. Pero todavía me quedaba mucho más por explicar. Mientras tanto, vino la pandemia del covid y entendí que, sí o sí, me tocaba —y podía— dedicar el tiempo a escribir un libre entero sobre el tema. Y así fue.
Estoy contento con el resultado, porque personas entendidas me han asegurado que, verdaderamente, no hay ningún otro libro, actualmente disponible en el mundo hispano, que dé tanta información de los dos puntos de vista existentes en círculos evangélicos o protestantes: la postura tradicional (mayoritaria) y la revisionista o afirmadora (minoritaria).
En fin, si quieres saber más, lo mejor que puedes hacer es comprar el libro, claro 😉.
¿Qué opino del matrimonio gay?
Esta es una pregunta difícil de contestar en pocas palabras. He descubierto que tanto los defensores de la postura tradicionalista sobre la homosexualidad como los proponentes de la postura aprobadora o afirmadora tienen muy buenos argumentos, y argumentos bíblicos, a favor de su postura.
En mi libro intento explicar bien ambos puntos de vista, y doy bastantes ejemplos de testimonios de toda clase. Pero dedico bastante espacio a los argumentos revisionistas. Me ha parecido una cuestión de justicia, por la falta de literatura existente en español sobre esta postura y —hay que decirlo también— por las numerosas veces que ha sido marginada y silenciada.
Solo con esto está claro que me inclino más hacia una postura aprobadora del matrimonio homosexual. No obstante, lo hago con cautela. Soy el primero en admitir que podría estar equivocado. Así que prefiero decir que tengo una postura «abierta» y «respetuosa».
Al menos he dado unas cuantas vueltas a los argumentos de unos y otros, profundizando todo lo que he podido y pidiendo al Señor que me guíe. Te invito a hacer lo mismo. Un buen sitio para empezar puede ser mi libro. Si luego quieres darme tu opinión sobre todo lo que expongo —y ¿por qué no? hacerme reevaluar mi postura—, puedes escribirme al correo cnash.bcn@gmail.com.