Este post se aleja completamente de la temática normal de mi blog. Pero como cristiano, no puedo quedarme pasivo ante las imágenes horrorosas que nos están llegando de Gaza. Parece que Israel está perpetrando atrocidades y son muchos los que ya hablan de «genocidio». La Biblia nos dice que «Dios es amor» (1 Juan 4:8). ¿Cómo puede ser que el pueblo escogido por Dios para ser luz a las naciones (Isaías 42:6) esté haciendo tantas barbaridades? Está causando el sufrimiento, cuando no la muerte, a cientos de miles civiles, entre ellos niños y bebés. Ha convertido barrios enteros en escombros. Y ahora va camino de matar lentamente de hambre a todo un pueblo.

Foto por Emad El Byed en Unsplash.
Y los cristianos ¿qué hacemos?
Me avergüenza que las críticas de líderes y movimientos cristianos hacia Israel hayan sido, en general, tan tibias. Solo se comprende (un poco) sabiendo que, entre nuestras iglesias evangélicas, hay corrientes sionistas y proisraelíes muy reaccionarias y fundamentalistas. Tanto es así que incluso el Comunicado sobre Gaza [1] tan comedido que emitió la FEREDE (la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España) provocó una reacción furibunda en estos círculos radicales. He aquí una muestra (vale la pena ampliar la imagen y leer el texto, ¡no tiene pérdida!):


Fuente: Mensaje del 5 de junio de 2025 capturado por una persona adherida al grupo de WhatsApp «UCB Spain – La Palabra Para Hoy».
Por lo que sé, hay un debate, entre los teólogos cristianos, sobre el papel y el futuro de Israel, tras la venida del Mesías (Jesús) y su rechazo por la mayor parte del pueblo judío. Algunos entienden que aún continúan vigentes y literales las promesas de Dios sobre un futuro glorioso de Israel, que incluirían la ocupación de toda la «tierra prometida» asignada a las doce tribus.
Los más radicales incluso argumentan que eso legitima el uso de la fuerza militar, la colonización forzosa y la expulsión de la población no judía (palestina) de ese territorio. En definitiva, lo que estamos viendo en la televisión cada día.
No soy experto en teología, pero como simple seguidor de Cristo, entiendo que debemos rechazar frontalmente tales actuaciones. Mi motivo para decirlo tan categóricamente es muy sencillo. Como explica el autor cristiano David Runcorn [2], Jesús no nos dejó unos parámetros teológicos para evaluar qué doctrinas o enseñanzas pueden ser verdaderas y cuáles falsas. Nos dio una regla mucho más sencilla, en relación con sus proponentes: «Por sus frutos los conoceréis» (Mateo 7:16).
Está claro, ¿no? Si el resultado, el fruto, de esta apropiación forzosa de la «tierra prometida» son las barbaridades que vemos en Gaza, algo no está bien. O sea, cuando nos encontramos con cristianos sionistas radicales, como los del grupo de WhatsApp (ver las imágenes más arriba), estamos ante «falsos profetas», cuando no directamente «lobos feroces» (Mateo 7:15). Para mí no hay otra manera de entenderlo.
Mis dudas: ¡pocas!
Los proisraelíes incondicionales intentan decirnos que las cifras de muertes y desplazados en Gaza se han exagerado, y que las imágenes son falsas (fake). Es lo que nos quiere vender también el Gobierno de Netanyahu:

Imagen ofrecida por la Oficina del Primer Ministro israelí, reproducida en un artículo de elDiario.es el 11 de agosto de 2025.
Es cierto que algunas de las fotos más impactantes de niños esqueléticos corresponden a casos con patologías previas [3]. Pero la falta de alimentos es real, como lo es también la destrucción, los muertos y lesionados, los desplazamientos forzosos, y todo lo demás. De ello no tengo la más mínima duda, por tres motivos muy claros:
- El Gobierno de Israel ha prohibido sistemáticamente el acceso de reporteros internacionales a los territorios ocupados de Gaza [4]. La única interpretación posible es que quieren esconder lo que allí se está haciendo.
- Los testimonios de personas que han estado allí in situ (como el anestesista valenciano Raül Incertis que recientemente volvió después de trabajar cuatro meses en el Hospital Nasser de Jan Yunis [5]) confirman los horrores que allí se están cometiendo.
- El comunicado, emitido simultáneamente por más de cien organizaciones humanitarias y de derechos humanos internacionales para denunciar la situación de hambruna existente en Gaza no deja lugar a dudas. Entre los firmantes hay entidades muy solventes (incluidos Oxfam, Médicos sin Fronteras y Save the Children).
Un llamamiento
«Bienaventurados los pacificadores» (los que «trabajan por la paz») dice Jesús (Mateo 5:9). Por lo tanto, animo a todos sus seguidores, y particularmente a nuestros pastores y líderes, no solo a orar por la paz y por nuestros gobernantes, sino también a 📣 alzar su voz 📢 en contra de las atrocidades que esta cometiendo Israel.
☝️¡No miremos hacia otro lado, como hicieron el sacerdote y el levita en la parábola del buen samaritano (Lucas 10:25-37)!
☝️¡No olvidemos Gaza!

Foto de Mohammed Ibrahim en Unsplash.

Notas
[1] Más exactamente, el comunicado era sobre Gaza y Ucrania, lo que a mi entender era otra manera de «suavizarlo», haciéndolo más genérico, en un intento de evitar las críticas de los grupos cristianos sionistas o proisraelíes radicales.
[2] Runcorn, David: Love Means Love – Same-sex Relationships and the Bible, Society for Promoting Christian Knowledge, London (GB), 2020, capítulo 13. Runcorn aplica este argumento a las relaciones homosexuales, pero es una buena regla para evaluar cualquier tema teológico espinoso.
[3] Para una aclaración ver, por ejemplo, estos artículos en EuroNews y NPR.
[4] Este es un hecho notorio, comentado en muchos medios, por ejemplo en este artículo de La Razón.
[5] Hay varios vídeos en YouTube con Raül Incertis, entre ellos esta entrevista de la Cadena SER.
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