El Foro romano

Las dificultades con Romanos 1 y su condena, aparentemente clara, de la homosexualidad

El capítulo 1 de la carta del após­tol Pablo a los Roma­nos, con­cre­ta­mente Roma­nos 1:26‑27, parece claro y con­tun­dente en su con­dena de la homo­sexua­lidad. No es una exage­ra­ción decir que es el pasaje «estrella» del Nuevo Tes­ta­mento para muchos de los que defien­den la pos­tura tra­di­cio­nal de la Iglesia res­pecto a la homo­sexua­li­dad. Pero el texto nos pre­senta con unas cuan­tas dudas y difi­cul­ta­des para enten­derlo ade­cua­da­mente, y para valo­rar si real­mente con­dena todas las mani­fes­ta­cio­nes de la homo­sexua­li­dad que encon­tra­mos hoy en día, o no.

El Foro Romano

Foto de Stockcake.

Reproduzco a conti­nua­ción los dos ver­sícu­los clave de Romanos 1, para situar­nos. Pero si quie­res ver­los en con­texto, aquí hay enla­ces a todo el pasaje, según la RVR1960 [1] y según la NVI [2].

Por tanto, Dios los entregó a pasio­nes ver­gon­zosas. En efecto, las muje­res cam­bia­ron las rela­cio­nes natu­ra­les por las que van con­tra la natu­ra­leza. Así mismo los hom­bres deja­ron las rela­cio­nes natu­ra­les con la mujer y se encen­die­ron en pasio­nes luju­rio­sas los unos con los otros. Hom­bres con hom­bres come­tie­ron actos inde­cen­tes, y en sí mismos reci­bie­ron el cas­tigo que mere­cía su per­ver­sión. (Romanos 1:26-27, NVI)

Tal como explico (con más detalle) en mi libro [3], solo en estos dos ver­sícu­los hay, por lo menos, cuatro dudas o difi­cul­tades:

1️⃣ El comenta­rio sobre las mujeres: ¿es una refe­ren­cia al les­bia­nismo? La ten­dencia moderna ha sido pensar que sí. Pero no está nada claro.

Un interrogante en una foto ligeramente difuminada de dos chicas lesbianas que se besan.

Adaptación de una foto por V T en Unsplash.

Durante al menos los pri­me­ros 300 años del cris­tia­nismo todos los que comen­ta­ban este pasaje (los «padres de la igle­sia») lo enten­dían como una refe­ren­cia sim­ple­mente al sexo no repro­duc­tivo (sexo anal o quizás sexo oral) en el que par­ti­ci­pa­ban estas mujeres con hombres [4].

El «Así mismo», o expre­sión simi­lar, que conecta lo que hacían las muje­res (v. 26) con lo que hacían los hom­bres (v. 27) tam­poco nos re­suelve la duda. Quizás solo indica que ambas prác­ticas sexua­les se con­si­de­ra­ban igual de ver­gon­zo­sas o anti­na­tu­ra­les (ver el punto siguiente).

2️⃣ El valor real de la expre­sión «contra la natu­ra­leza» (en griego para physin, que tam­bién se podría tra­du­cir como «más allá de la natu­ra­leza») tam­poco está muy claro. Que algo no fuera «natural» podría sig­ni­fi­car sim­ple­mente que no era lo «normal» o «habi­tual» o «gene­ral­mente acep­tado». El griego physis puede tener este sentido. Lo vemos en 1 Corin­tios 11:14‑15, cuando Pablo apela a la «natu­ra­leza» (el mismo voca­blo griego) para defen­der el pelo corto en hom­bres y el pelo largo en muje­res. Eso al menos lo enten­de­mos como algo cul­tu­ral, no un man­da­miento divino, en la mayo­ría de nuestras iglesias.

Una mujer joven con el pelo corto.

Foto por Alex Pérez en Unsplash.

3️⃣ ¿Cómo debe­mos enten­der lo de los hom­bres que «deja­ron» o «aban­do­naron» las rela­cio­nes natu­ra­les por otras? ¿Son hom­bres (que hoy en día llama­ría­mos hete­ro­sexua­les) que bus­can el morbo, que quie­ren nue­vas sen­sa­cio­nes sexua­les? Si es así, ¿tienen estos ver­sícu­los apli­ca­ción a per­so­nas que natu­ral­mente (como algo inhe­rente a su ser, no por deci­sión pro­pia) solo sien­ten atrac­ción sexual hacia per­so­nas del mismo sexo?

4️⃣ Por último, ¿a qué se refiere la expre­sión «en sí mismos reci­bie­ron el cas­tigo que mere­cía su per­ver­sión» ? En gene­ral, los comen­taristas no ven una refe­ren­cia a enfer­me­da­des de trans­mi­sión sexual y no hay nada en el texto que apunte a eso. ¿Tiene que ver, sim­ple­mente, con el des­honor o la ver­güenza que la acti­vi­dad sexual desen­fre­nada de estas personas gene­raría, a los ojos de sus con­ciu­da­danos? Nadie sabe. Pero, como explico en mi libro [5], teo­rías hay unas cuantas, entre ellas, una posi­ble refe­ren­cia al empe­ra­dor Calígula, cuyos exce­sos sexua­les eran legen­da­rios, de modo que acabó asesi­nado con puña­ladas en los geni­ta­les (algo que debe­rían saber los des­ti­na­ta­rios roma­nos de la epís­tola).

Busto del emperador Calígula.

Calígula. Foto de Sergey Sosnovskiy [6].

Si extende­mos la mirada al resto de Roma­nos 1, e incluso más allá, a todo el dis­curso de Pablo en la epís­tola, no resol­ve­mos los pro­ble­mas. Más bien lo con­tra­rio: aumen­tan nues­tras dudas sobre cómo enten­der lo que dice el após­tol y saber si es apli­cable a la homo­sexua­li­dad moderna en sus expre­sio­nes más social­mente acep­tadas. Nueva­mente, seña­laré cuatro difi­cul­ta­des que tenemos:

1️⃣ La argumen­ta­ción pre­via de Pablo, en Roma­nos 1:18‑25, describe a hom­bres que obstru­yen la ver­dad, que dan la espalda a Dios y se entu­sias­man con los ído­los. Su pecado no es la homo­sexua­li­dad. Eso les viene des­pués, como castigo divino por su incre­du­li­dad, su orgu­llo y su ido­la­tría. ¿Cómo pode­mos apli­car esto a gays y les­bianas que son cre­yen­tes con­ven­ci­dos, fie­les discí­pu­los y segui­do­res de Jesús? A menudo ya son cre­yen­tes cuando des­cu­bren su atrac­ción sexual hacia per­so­nas del mismo sexo en la puber­tad. Lo que des­cribe Pablo no encaja para nada con sus vidas y sus vivencias.

Una mano amable que toma otra mano.

Foto por Rémi Walle en Unsplash.

2️⃣ Pasa algo similar, si con­ti­nua­mos leyendo hasta el final del capí­tulo 1 de Roma­nos, con la espi­ral de mal­dad que tan grá­fi­ca­mente describe Pablo:

Se han lle­nado de toda clase de injus­ti­cia, maldad, avari­cia y depra­va­ción. Están repletos de envi­dia, homi­ci­dios, des­acuer­dos, engaño y mali­cia. Son chis­mo­sos, calum­nia­dores, ene­mi­gos de Dios, inso­lentes, sober­bios y arro­gan­tes; se inge­nian mal­da­des; se rebe­lan contra sus padres; son insen­sa­tos, des­lea­les, insen­si­bles, des­pia­da­dos. (Romanos 1:29-31, NVI)

Quienes cono­ce­mos per­so­nal­mente a cris­tia­nos gays y les­bia­nas sabe­mos que, en general, esta descrip­ción no es apli­cable. Al con­tra­rio, suelen ser per­so­nas éticas, amo­ro­sas y sen­si­bles, y de muy buen trato.

3️⃣ Lo más lógico es enten­der todo este pasaje de Roma­nos 1 como una cari­ca­tura burda y exage­rada de la socie­dad pagana, par­ti­cu­lar­mente según los pre­jui­cios de los des­ti­na­ta­rios judíos de la carta. Es lo que téc­ni­ca­mente se conoce como una «dia­triba». Sirve clara­mente para dar en­trada al capí­tulo 2, donde Pablo hace un brusco giro de guion, para cri­ti­car la hipo­cre­sía de los que juzgan a otros.

Pero enton­ces, si enten­de­mos el pasaje de Roma­nos 1 como un recurso retó­rico deli­be­ra­da­mente exa­ge­rado, casi tea­trero, ¿es real­mente una buena base para sen­tar doc­trina sexual?

Un muro con pintadas y carteles sugestivos de una moralidad «moderna».

Foto por Mark Hayward en Unsplash.

4️⃣ Justamente el men­saje del capí­tulo 2 y siguien­tes de Roma­nos es que no debe­mos menos­pre­ciar­nos ni juzgarnos los unos a otros. Porque todos nece­si­ta­mos por igual el per­dón y la gra­cia de Dios. Y lo que ver­da­de­ra­mente cuenta es la fe en Jesús.

Si queremos poner en prác­tica esta lec­ción del após­tol Pablo, ¿no queda fuera de lugar juz­gar a las per­so­nas homo­sexua­les? ¿Sobre todo si no evi­den­cian vidas diso­lu­tas, sino rela­cio­nes sanas y esta­bles, de amor y fide­li­dad? Como dijo Jesús en varias oca­sio­nes: «Mise­ri­cor­dia quiero y no jui­cio» (ver por ejem­plo Mateo 9:13 y 12:7).

He empe­zado este post diciendo que el pasaje de Roma­nos 1 pare­cía el más claro y con­tun­dente del Nuevo Tes­ta­mento en su con­dena de la homo­sexua­li­dad. Habién­dolo mirado con lupa, since­ra­mente creo su «clari­dad» es escasa.

Una chica mirando a través de una lupa, con un libro abierto delante.

Foto por Houcine Ncib en Unsplash.

También es dudosa su apli­ca­bi­li­dad a aque­llos cris­tia­nos gays y les­bia­nas que optan por una rela­ción per­ma­nente de amor y com­pro­miso con alguien del mismo sexo (un «matri­mo­nio gay»), cuyas vidas, en otros aspectos, son ejemplares.

Entonces, si este pasaje es la con­dena más clara de la homo­sexua­li­dad que hay en el Nuevo Tes­ta­mento, quizás no es de extra­ñar que salgan cada vez más voces a cues­tio­nar si la teo­lo­gía tra­di­cio­nal de la Igle­sia al res­pecto está tan bien fun­da­men­tada como se ha pre­ten­dido.

Por lo menos obliga a buscar más allá, en otros aspectos de la teo­lo­gía y doc­trina bíblica, para inten­tar resol­ver las dudas. Es lo que han hecho unos y otros, en ambos ban­dos del debate. Y si Dios quiere lo iré comen­tando en futu­ros posts. 🙋‍♂️

Pequeño logotipo del autor, Chris Nash

Notas

[1] RVR1960: La Santa Biblia, texto bíblico «Reina-Valera 1960»®, © Socie­da­des Bíbli­cas en Amé­rica Latina 1960, © reno­vado Socie­da­des Bíbli­cas Unidas, 1988.

[2] NVI: Santa Biblia, Nueva Versión Inter­na­cio­nal® NVI®, © 1999, 2005, 2017 por Biblica, Inc.®, usada con permiso. Reser­vados todos los derechos en todo el mundo. Si no se indica lo con­tra­rio, las citas bíbli­cas en este post son de la NVI.

[3] Ver el capítulo 11 de: Nash, Chris, La homo­sexua­li­dad a debate en cír­culos evan­gélicos, Edi­to­rial La Calle, Ante­quera (Málaga), España, 2024.

[4] Ver, por ejemplo, el capí­tulo 10 de: Brownson, James V.: Bible, Gender, Sexuality – Reframing the Church’s Debate on Same-Sex Rela­tion­ships, William B. Eerd­mans Publish­ing Com­pany, 2013. Cabe decir que el lesbia­nismo era bas­tante des­co­no­cido, casi invi­sible, en aquella época.

[5] Ver el capítulo 11 de: Nash, Chris, La homo­sexua­lidad a debate en círcu­los evan­gé­licos, Editorial La Calle, Antequera (Málaga), 2024.

[6] Busto de Calígula del Ny Carlsberg Glyptotek, Copenhague. Foto de Sergey Sosnovskiy, usada bajo licencia Creative Commons 2.0, más información: aquí.


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