Cuando Jesús contesta la pregunta de unos fariseos sobre el divorcio (en Mateo 19:3‑10 y Marcos 10:2‑12), pronuncia la famosa frase: «lo que Dios juntó, no lo separe el hombre». Y en su respuesta alude a Adán y Eva, citando frases de Génesis 1 y Génesis 2 que incluyen los términos «varón y hembra», «el hombre… y su mujer», «dos» y «una sola carne» [1]. En general, en la teología cristiana, todos estos elementos se han tomado como definitorios del matrimonio. Pero aquellos cristianos que abogan por el «matrimonio gay», o sea, uniones entre dos personas del mismo sexo, cuestionan la necesidad de esta interpretación. 🤔
Hoy explicaré algunos de sus argumentos. 😃
Un pasaje clave
Antes que nada, conviene recalcar que lo que comenta Jesús a los fariseos en esta ocasión es un pasaje clave en el debate sobre la homosexualidad.

Jesús con unos fariseos o rabinos, según Grok.
☝️ No es una exageración decir que constituye probablemente el razonamiento bíblico más importante para rechazar el matrimonio gay. Mucho más que el pequeño puñado de versículos que parecen condenar la homosexualidad (que tienen su problemática, ver este post anterior).
Indudablemente, una mayoría de los cristianos ven en estas palabras de Jesús un apoyo inequívoco al matrimonio tradicional heterosexual. Incluso no pocos creyentes gays y lesbianas se aferran a estos (y otros) versículos y, habiendo asumido que su orientación sexual es imposible de cambiar, optan por no casarse nunca, sino mantenerse solteros y célibes. Debemos poner en valor esta actitud valiente 💪, de querer seguir al Maestro, cueste lo que cueste.
Estas personas necesitan nuestro reconocimiento y apoyo 👏. Y que no las tengamos arrinconadas en nuestras comunidades de fe. Al contrario, deberían poder desarrollar plenamente su vocación y sus dones en la iglesia.
☝️ Ahora bien, hay otros cristianos, igual de comprometidos con las enseñanzas de Jesús, que ven buenas razones para no entender, necesariamente, sus comentarios a los fariseos como una definición exacta o excluyente del matrimonio. No me refiero solamente a creyentes del colectivo LGTBI+🌈, sino a reputados teólogos, pastores y líderes (heterosexuales) de nuestras iglesias ⛪ que han llegado a esta conclusión. ¿Cómo puede ser?

Foto por krakenimages en Unsplash.
La importancia del contexto
Buscar una aplicación universal estricta a lo que dice Jesús en un contexto determinado, a personas concretas, puede ser peliagudo. ¿Acaso tomamos como principio absoluto, para no invitar nunca a amigos o parientes a casa 🥗🥩🍷 a comer, estas palabras de Jesús?:
Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
(Lucas 14:12b‑14, RVR1960 [2])
Me imagino que no, que no damos valor absoluto a esto. Notamos que Jesús hablaba «al que le había convidado» (Lucas 14:12a), un fariseo influyente y bien posicionado. Y que el contexto es el orgullo y afán de protagonismo de los invitados.

Imagen creada con Grok.
🫵 Eso no quita que seguramente deberíamos tomar más en serio la actitud y las prioridades que Jesús estaba indicando.
El contexto concreto en este caso
Pues bien, en el caso que nos ocupa, lo que describen Mateo y Marcos es una consulta sobre los motivos legítimos para que un hombre se divorcie de su mujer. Esto derivaba de una discusión teológica de la época entre dos escuelas rabínicas (de Hillel y de Shamai), acerca de la posibilidad de divorciarse «por cualquier motivo»🫰, por insignificante que fuera [3].

Unos rabinos discutiendo, según Grok.
Según la postura de Hillel (mayoritaria ya en tiempos de Jesús) incluso una comida quemada o mal preparada 🥣 podría ser suficiente para el divorcio, en base a lo que dice la Ley de Moisés en Deuteronomio 24:1.
Jesús rehúsa entrar en su discusión interpretativa legalista. Apela directamente a una autoridad mayor que Moisés: 👉 Dios mismo y su intención divina respecto al matrimonio cuando creó el mundo.

Moisés vs. Dios, a partir de imágenes de ChatGPT.
Entonces, cuando Jesús dice «que no lo separe el hombre», es cierto que su comentario puede entenderse en sentido genérico y amplio, referido a todo el mundo 🌎. Pero seguramente el blanco inmediato 🎯 eran los rabinos y fariseos cuya interpretación fomentaba el «divorcio fácil», por cualquier nimiedad.
Y no le parecía bien a Jesús actuar con la «excusa» de un versículo concreto de Deuteronomio. Tocaba buscar más genéricamente la voluntad de Dios 🔍, teniendo en cuenta su carácter y sus actuaciones con la humanidad.
¿Y lo de «hombre y mujer»?
Eran los propios fariseos los que usaban los términos hombre y mujer 👩🏻🤝👨🏽 en su pregunta. Jesús no hacía más que continuar hablando en los mismos términos. Así que no hay que suponer, en las palabras de Jesús, un interés especial por definir el matrimonio.
Por otro lado, nadie que estaba allí se planteaba otra cosa que no fuera un matrimonio heterosexual. Un «matrimonio gay» era inimaginable en aquella época 🙃.

Foto por Joeyy Lee en Unsplash.
Y todo el énfasis de la respuesta de Jesús estaba en el propósito de permanencia de la relación matrimonial, según la intención divina. Y que nadie actuara a la ligera para debilitar o romper la unión.
No tomar las palabras de Jesús en sentido absoluto
La propia Biblia nos da diversas razones para no tomar las palabras de Jesús sobre el divorcio en sentido absoluto, aplicables a todas las situaciones:
- Mateo pone en boca de Jesús una excepción, un motivo legítimo de divorcio: el término griego porneia (Mateo 5:32 y Mateo 19:9), que tiene que ver con la inmoralidad sexual. Su significado aquí se debate 💬, y se traduce de diferentes maneras en nuestras biblias [4], pero está claro que era una excepción a la regla.
- El apóstol Pablo también nos ofrece una excepción (en 1 Corintios 7:15). Entiende que hay casos, de personas convertidas cuyos cónyuges no creyentes no quieren que continúen casados 🫷, en los que lo mejor es el divorcio. Con toda probabilidad, según la mayoría de los exégetas modernos, eso incluía la posibilidad de volverse a casar.
- Hoy día, bastantes comentaristas también entienden que la «dureza de corazón», que señaló Jesús, sigue existiendo. A veces, pues, el divorcio es inevitable ⛓️💥, y de todas las opciones puede ser la menos mala 😐.

Foto por Vitaly Gariev en Unsplash.
Entonces, si no tomamos en sentido absoluto las palabras de Jesús sobre el divorcio, quizás tampoco lo debemos hacer con lo de «hombre y mujer» 🤔. Como mínimo, sabemos que Jesús podría mostrarse muy compasivo y comprensivo ante situaciones irregulares o mal vistas en aquella sociedad, como la mujer samaritana que había tenido cinco maridos y que ahora convivía con uno con el que no estaba casada (Juan 4:5‑42).
Si nada de todo esto te convence
Entiendo muy bien a aquellos cristianos que se resisten a replantear lo que siempre les ha parecido muy claro en la Biblia sobre sexualidad, matrimonio, género, etc. Durante mucho tiempo fui uno de ellos 🙂. Pero muy poco a poco, y no sin ir «p’alante y p’atrás» 🥴, he llegado:
- Primero, a tener un enorme respeto por aquellos pensadores cristianos que han adoptado una postura afirmadora respecto a la homosexualidad. 🤔 No es simplemente porque tienen buenos argumentos. En muchas otras cuestiones los he visto muy acertados, y alineados con el mensaje del evangelio. 👏
- En segundo lugar, a reexaminar mi propia manera de leer y entender la Biblia como palabra de Dios 📖. Sigo buscando que me inspire y me rete, pero sin enredarme en un literalismo que, en realidad, es imposible de mantener de forma coherente.
En todo este proceso he tenido que ir recordando, una y otra vez, que Dios desea una actitud de misericordia, no de juicio [5]. Y que los fariseos, tan rectos y escrupulosos con las Escrituras, y siempre dispuestos a señalar a los demás 🫵, fueron los más criticados por Jesús.

Notas
[1] He usado los vocablos que aparecen en la traducción Reina-Valera (RVR1960); la primera expresión, «varón y hembra», está sacada de Génesis 1:27 (el primer relato de la creación). Las expresiones «el hombre… y su mujer» y «una sola carne» provienen de Génesis 2:24 (al final del segundo relato creacional). La palabra «dos» no aparece en el texto hebreo (masorético) de Génesis 2, solamente en la traducción griega, la Septuaginta (LXX), en Génesis 2:24 y 2:25.
[2] RVR1960: Texto bíblico «Reina Valera 1960», © Sociedad Bíblica de España y Sociedades Bíblicas Unidas. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602); revisiones anteriores: 1862 y 1909. Usado con permiso.
[3] Solo Mateo (Mateo 19:3) especifica claramente el tema concreto de la pregunta de los fariseos. La discusión rabínica se centraba en el significado de la expresión hebrea ervat davar, usada en Deuteronomio 24:1, como motivo legítimo para que un hombre repudiara a su mujer. Esta expresión hebrea es extraña, poco precisa y difícil de traducir. Prueba de ello es que las traducciones modernas van desde «alguna cosa torpe», «algo indecoroso» o «algo reprochable» hasta «algo indecente» o «algo vergonzoso». BibleGateway nos genera una lista bastante completa con este vínculo.
[4] El término griego porneia podía referirse a un amplio abanico de comportamientos sexuales ilícitos o inmorales. Por eso, varias traducciones modernas lo traducen, en estos versículos de Mateo, con genéricos como «inmoralidad sexual» (NVI versión latinoamericana, BLP, …).
No obstante, la mayoría de comentaristas protestantes suponen que se refiere probablemente a la infidelidad (el adulterio), de ahí la traducción «infidelidad conyugal» usada por la NVI versión castellana (CST), o eventualmente a la no virginidad de la novia, que quizás será lo que quieren sugerir las biblias que ponen «fornicación» (RVR, …). Hay una lista bastante completa de cómo se ha traducido (por lo menos en biblias protestantes) en estos vínculos de BibleGateway: Mateo 5:32, Mateo 19:9. Las biblias católicas, por razones doctrinales, tienden a usar traducciones que admitan el sentido de matrimonio ilegítimo (por lo tanto, anulable), por ejemplo «unión ilegítima» (CEE: Mateo 5 y Mateo 19).
[5] Este es un mensaje recurrente en el Nuevo Testamento. Ver, por ejemplo: Mateo 5:7, 9:13, 12:7 y 23:23; Lucas 6:37; Santiago 2:13 y 3:17.


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